Empezaré con algunos datos duros que nos darán una visión general sobre la importancia del Fast Fashion y la publicidad en la actualidad:

 

1.- El consumo mundial de ropa se ha duplicado en los últimos 15 años.

2.- Hay prendas que se usan únicamente de 7 a 10 veces y se tiran.

3.- Los trabajadores de los países donde se fabrican las prendas de Fast Fashion suelen trabajar de 14 a 16 horas diarias y con sueldos menores al mínimo.

4.- La industria textil es la segunda más contaminante del mundo después de la petrolera. 5.- Si la tendencia al alza continúa, para 2050 se triplicaría el consumo de petróleo a 300 millones de toneladas para producir ropa.

 

Tras la crisis causada por el covid-19, el sector de la moda logró mantenerse, mediante el comercio online principalmente y gracias a la moda Fast Fashion que, hasta el año pasado, creció un 300%, según el banco europeo N26.

 

Me doy cuenta que el Fast Fashion no es gratis, alguien en algún lugar está pagando el precio. Este fenómeno encontró un nicho en un tiempo y con una sociedad insaciable, donde el cambio, la inmediatez y el mostrarse en las redes es “lo que vale”, donde la base de las estrategias empresariales son producir en masa, a un menor costo y con una mayor ganancia y donde el foco de la inversión publicitaria tiene más peso en los influencers quienes muestran las prendas de temporada, que en una idea creativa y con contenido.

 

A veces somos como un pez, dejándose llevar por la corriente.

Temporada de verano.

Temporada de invierno.

Ya es primavera, ¡Mierda!, llegó el otoño.

¡Para!

#FuckYourFashion

(Campaña: Me toca la fibra)

 

En algún lado leí que hay quien compara el Fast Fashion con el Fast Food, me hizo mucho sentido, si lo piensas detenidamente verás que uno puede dañar tu cuerpo mientras que otro daña el planeta. Esta moda desechable, término adjudicado por la mala calidad de la ropa, está acabando con los recursos naturales, que ya de por sí, cada vez son más escasos.

 

Sin embargo, hay marcas que empiezan a preocuparse por este tema y mediante campañas de publicidad buscan ir por nuevos rumbos. Además, han tomado conciencia de los hábitos de consumo de las nuevas generaciones y los intereses que los mueven, saben que si no los escuchan pueden perderlos.

 

Según agencias de investigación de consumo, la generación Z tiene muy en cuenta los estándares éticos de las marcas antes de invertir en éstas. Señalan que, el 62% de ellos aseguran estar más dispuestos a gastar en marcas sostenibles, es decir, prendas de fibras naturales y no provenientes del petróleo y que estén elaboradas en condiciones justas y humanas.

 

H&M una de las marcas líder del Fast Fashion ha comenzado a preocuparse por revertir el daño provocado, pagando precios justos por su manufactura y mostrando las listas de las empresas en donde se fabrican sus prendas, así mismo, ha incitado a que otras marcas se sumen a esta iniciativa.

 

«Para crear empleos decentes en la cadena de suministro, la transparencia es crucial.  Espero que nuestro compromiso con la transparencia conduzca no solo a una industria de la moda más saludable, sino también a clientes más informados que presionen a las empresas a actuar de manera sostenible» – presidente de la junta directiva del grupo H&M.

 

Y sin entrar en detalles, pero esto se ha complicado aún más con la incorporación de marcas como Shein que han implementado el Ultra Fast Fashion, con moda más económica y más efímera, lo que acelera los procesos, afecta a las fábricas de manufactura y a su personal y genera mayor contaminación.

 

Les dejo un par de ejemplos más de marcas que han optado por romper con el Fast Fashion y apostarle a la moda de calidad. Una es “Buy Better. Wear Longer” de Levi’s,

 

 “Generation Rewear” de Vanish y “Repite más. Necesita menos” de Adolfo Domínguez.

El poder lo tiene aquel que consume, está en uno decidir qué tipo de vida quiere seguir construyendo y las condiciones en las que quiere dejar el planeta.  Nosotros como agencias y como asesores de las marcas debemos de ver la realidad de nuestro entorno y la medida de lo posible buscar ofrecer soluciones y sumarnos a un cambio positivo en pro de las personas, de nuestro mundo y de las marcas, que al final se convierta en un ganar-ganar para todos.

 

«Compra menos, elige bien, hazlo durar» ­– Vivienne Westwood.

 

 

Wendy del Castillo, Directora de Experiencias.